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lunes, 11 de noviembre de 2019

Calabaza



Imagen de Steve Buissinne en Pixabay

La calabaza es una planta comestible perteneciente al género Cucurbita, que incluye unas 30 especies de enredaderas amantes del sol, estrechamente relacionadas entre sí. Todas ellas pertenecen a la misma familia que el pepino, el calabacín o el melón.

Aunque se creía que procedía de zonas tropicales y subtropicales de América, parece ser que su origen fue en Asia Meridional. Su uso se cita en muchos textos antiguos, y los egipcios y hebreos ya la cultivaban. Desde Asia se extendió a América Central y de allí al resto del continente. Cuando los españoles llegaron a América en el siglo XV la trajeron y se distribuyó por Europa.

En realidad la calabaza es el fruto en baya de la calabacera. Se trata de una planta anual, herbácea y rastrera de tallos flexibles y trepadores y hojas grandes con nervaduras bien marcadas, con abundante pilosidad tanto en tallos como en hojas. Sus flores también son grandes, de colores entre amarillos y anaranjados. 

Cuando tras el verano estas flores se marchitan originan los frutos, bayas del tipo pepónide, que pueden alcanzar grandes tamaños y están recubiertas de una corteza dura, y que presentan gran polimorfismo, debido al cual aparecen las distintas variedades. En el interior del fruto se encuentran unas semillas ovales de 2 ó 3 cm con una pulpa blanca comestible: son las tradicionales pipas de calabaza.

Existen variedades de calabaza de invierno y de verano. Las más conocidas y fáciles de encontrar son la Calabaza Común (Cucurbita Máxima) y la Calabaza Cacahuete o Butternut (Cucurbita Moschata)

La calabaza común se siembra en primavera, en terrenos ricos, bien drenados y soleados. El fruto se recoge en otoño y de él se extraen las semillas cuando está maduro. El fruto entero y sin manchas puede almacenarse durante meses en un lugar fresco, seco y lejos del sol directo.

De la calabaza se utilizan normalmente tanto las semillas como la pulpa, y tiene aplicaciones tanto culinarias como medicinales. Pero como veremos, también la corteza tiene interesantes propiedades nutricionales.

Las semillas son deliciosas ya sea crudas o tostadas, y pueden añadirse a panes y ensaladas Son ricas en vitaminas y sales minerales y producen un aceite ideal para aliñar las ensaladas. La pulpa se come como verdura y frecuentemente se utiliza para hacer cremas, purés y mermeladas.

Las semillas que se utilizan para usos culinarios se secan. Y las que se utilizan con fines medicinales se secan y muelen, sin retirar la cáscara.

USOS TERAPEÚTICOS DE LA CALABAZA

Las semillas de calabaza son ricas en vitaminas del grupo B, vitamina E, sales minerales, principalmente potasio, magnesio y zinc, ácidos grasos omega 3, 6 y 9, proteínas, como la arginina, y fibra. Pero sobre todo destacan unos principios activos muy interesantes, como veremos después, la cucurbitacina y la cumarina.
Aunque estas semillas están llenas de grasas saludables podemos consumirlas de forma moderada sin engordar, ya que una cucharada (unos 10 gr.) aporta tan sólo 60 Kcal. Al ser semillas oleaginosas debemos tener en cuenta que se enrancian con facilidad, por lo cual a la hora de conservarlas lo haremos en un recipiente hermético, alejadas de la luz.
La pulpa de la calabaza tiene abundante fibra y agua, pero si algo la caracteriza es su gran cantidad de caroteno, que en el hígado se transforma en vitamina A. También es fuente de vitamina C.
Pero es en la piel donde mayores cantidades de proteínas, fibra y potasio se concentran. Si queremos aprovecharla se debe lavar bajo un chorro de agua fría, cepillando cuidadosamente las partes ennegrecidas o dañadas y secando con papel de cocina. Asando la calabaza podremos consumir la piel fácilmente.

Las semillas de calabaza:
  • Aumentan la energía y vitalidad.
  • Nos protegen de los radicales libres y previenen el envejecimiento prematuro: por su alto contenido en antioxidantes y vitaminas A y C, que serán útiles tanto al consumirlas cómo sobre la piel si las utilizamos junto a la pulpa para fabricar nuestros cosméticos naturales
  • Equilibran el sistema nervioso y combaten la ansiedad, el estrés y el insomnio.
  • Eliminan las lombrices y otros parásitos intestinales. Al ser totalmente inocuas y no presentar riesgo de efectos secundarios, se recomienda su utilización en niños con lombrices y mujeres embarazadas.
  • Facilitan la eliminación de líquidos y, por lo tanto, evitan la retención, la hinchazón y los edemas.
  • Evitan la formación de cálculos renales
  • Están indicadas en casos de inflamación urinaria, cistitis, incontinencia urinaria y vejiga neurógena (deseo constante de orinar)
  • Favorecen la eliminación de la mucosidad del aparato respiratorio.
  • Mejoran la salud cardiovascular.
  • Reducen las inflamaciones y tratan la artritis.
  • Mejoran la salud de los huesos y previenen la osteoporosis.
  • Combaten la anemia.
  • Asimismo, conviene destacar que estas semillas son un gran alimento para los hombres por dos motivos: por un lado, mejoran la fertilidad masculina gracias a su contenido en arginina. En segundo lugar, previene, la hiperplasia de próstata, dado que contienen cucurbitacina. Esta bloquea la división de las células glandulares de la próstata (acción antimitótica) frenando el crecimiento de la misma. Las semillas de calabaza contienen también el oligoelemento zinc que se utiliza en naturopatía en alteraciones del sistema reproductor, como la esterilidad y la impotencia.
Semillas de calabaza para combatir las lombrices y parásitos intestinales:
  • Consumir un puñado de semillas o tomar 30 ml. (2 cucharadas) de aceite de calabaza a diario durante dos semanas
  • También se pueden comer tostadas y molidas, añadiéndolas a todo tipo de plato (ensaladas, guisos, etc) si bien se recomienda molerlas en el momento para que no pierdan sus propiedades
El agua de la cocción de la calabaza, por ejemplo cuando vas a hacer un puré, puedes guardarla en la nevera e ir tomándola durante el día, para aprovechar así también sus propiedades y mejorar tu salud.

Cura para eliminar la retención de líquidos:
  • Se recomienda comer diariamente la calabaza cruda, sóla en lugar del pan o bien en ensalada, cortada en rodajas sin sal y aliñada con un poco de limón. Al cabo de 2 ó 3 días ya se nota la eliminación de líquidos. Se continúa con la cura hasta obtener el éxito deseado

INFUSIÓN DE PIPAS DE CALABAZA

Esta infusión es muy recomendable para los hombres que sufren de hiperplasia prostática, para reducir la inflamación, y también para todas las personas que tengan problemas de retención de líquidos o inflamación de vejiga. Se toma una taza al día.
Preparación:
  • Tomamos un puñado, más o menos como una cucharada grande, de las semillas que habremos extraído de la calabaza y lo molemos lo más fino posible
  • Ponemos 250 ml de agua a hervir.
  • Antes de que rompa el hervor, echamos las semillas trituradas
  • Dejamos cocer durante 10 ó 15 minutos
  • Filtramos y ya la podemos consumir

USOS MÁGICOS DE LA CALABAZA

La calabaza se utiliza para conseguir protección. Así, podemos colgarlas en la puerta principal de nuestra casa para proteger a nuestra familia.

Si se llevan en el bolsillo o en la cartera trozos de calabaza, alejan el mal.

Las calabazas se usan para fabricar maracas, poniendo semillas secas en su interior, que asustan a los espíritus malignos
También podemos fabricar una “bola de cristal” con una calabaza seca, cortándola por su parte superior y llenándola de agua

Bibliografía:
Guía de medicina natural” Carlos Kozel; “El botiquín de las hadas” Claudia Castellotti; “Enciclopedia de las hierbas mágicas” Scott Cunningham
Webs de consulta:



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